domingo, 17 de abril de 2016

El mundo según los abulenses II

El año pasado, en la asociación “La sombra del ciprés”, quisimos conectar con nuestro paisanos con unos relatos cómplices, donde reconocernos desde el sentido del humor y apelando a la nostalgia. Reclamados por la buena acogida que tuvo, este año sacamos la segunda parte, esperando que, como en el El Quijote, la segunda parte supere a la primera. Al menos hemos puesto todo nuestro empeño en ello.

Ahora, tal y como hice el año pasado, me propongo hacer un breve resumen del contenido, para que los posibles lectores sepan lo que van a encontrarse. Para los que quieran hacerse con él, realizaremos su presentación el viernes 22, a las ocho de la tarde, en El Episcopio, donde estáis todos invitados. También estaremos en la Feria del libro, que se celebra en el Paseo del Rastro desde el día 23 de abril hasta el 3 de mayo.


La magnífica portada de nuevo corre a cargo de nuestra compañera Gemma Campos, que ha querido versionar de forma amable la descripción que realiza nuestro referente literario, Miguel Delibes, de Ávila nevada en “La sombra del ciprés es alargada”. Pero hay sorpresa: el interior incluye otras cuatro espléndidas ilustraciones. No os las podéis perder. Gemma, además, pondrá la guinda al libro con un sencillo y bello poema “Andariega de versos”, dedicado a nuestra paisana más universal. Sí, hablo del Universo y no exagero, que somos de Ávila.

Para que nadie se pique, seguiré en la reseña el orden de autores que tiene el libro.

Comienza Guillermo Buenadicha con “El palacio de las revolconas engoladas”, curiosa historia que recoge la visita de Felipe II, como niño consentido, a la ciudad de Ávila, que se hará muy cercana a los tópicos que de nuestra ciudad tenemos en nuestros días. Su otro relato, “Dónde se habrá metido esta mujer”, parafrasea al recientemente desaparecido Javier Krahe, para narrarnos una peculiar cita entre dos jóvenes ¿incompatibles? Je, je… Hay que leerlo.

Luego me toca a mí, que repaso recuerdos personales con “Abulenses en la mili”. Todos los que la hicimos, con gusto o sin él, no resistimos la tentación de hablar de ello y yo he tenido el privilegio de poder contarlo. Mi otro relato, “El orgullo de enseñar nuestra ciudad”, es ficción, y relata la odisea de un adolescente al que obligaron sus padres a enseñar la ciudad a unos parientes andaluces, lo cual no resultará tan sencillo como parecía.

“El gen biográfico” de Carolina Ares, repasa un… ¿Cómo decirlo…? ¿Defectillo de una ciudad como la nuestra, que consiste en que en ella habitan personas que conocen los dimes y diretes de cada paisano? Sí, algo así. Acaba Carolina sacándose una espina que tenemos todos los abulenses, como es la rivalidad con la ciudad vecina, "Ávila contra Segovia". Aunque las comparaciones son odiosas, esta es para reír a mandíbula batiente. Siempre que tengamos sentido del humor, ¡que si no…!

José Luis Lázaro repasa sus recuerdos personales de "Los antiguos viernes", que coincidirán con los de muchos de nosotros. Quien no sea de Ávila, incluida provincia, no entenderá qué tenían de extraordinarios los viernes, pero para los abulenses eran algo prodigioso que se repetía semanalmente, con su mercado de frutas y verduras en El Chico, pero sobre todo con los “americanos” en el Mercado de Ganados y en el Grande, donde ultimaban los tratos. Termina José Luis describiéndonos "Las diez fotos más características de Ávila", que todo abulense, como todo turista que se precie, hará en nuestra ciudad.

A continuación nuestro querido abulense en el exilio Alejandro Pérez García, con sus “Gritos de despedida”, nos traslada al Arévalo de Álvaro de Zúñiga, cuando un joven, Fernando “El cartero”, emprende una valiente aventura en el famoso castillo de la ciudad, abandonado por entonces y del que se decía estaba habitado por fantasmas.

“La jaula de Mobutu” es un relato costumbrista, con un amable acercamiento a la infancia de su autora, Begoña Jiménez Canales, que repasa la visita a la ciudad, recorriendo sus calles y sus comercios, por parte de la familia para abastecerse de lo que no era posible adquirir en el pueblo. En su segundo relato, "Historias de biblioteca", repasa algunas divertidas anécdotas de la biblioteca pública, cuando la visitan unos peculiares jubilados.

Javier Asenjo nos describe diferentes parejas. En su primer relato “Exparejas en la menuda ciudad” nos habla de las dificultades de la convivencia, cuando los rencores y los malentendidos están a flor de piel. En su siguiente relato “Nuevos recuerdos” aborda un encuentro poético al pie de la muralla.

El inefable Carlos Fernández-Alameda nos deja tres relatos. Con el primero: “¿Doc, dónde aparco el Dolorean en Ávila?”, nos embarca en un viaje de ciencia ficción donde un manido “a que no te atreves” lleva a los protagonistas de la famosa saga "Regreso al futuro" a visitar nuestra ciudad. Luego nos cuenta los avatares de un “Ciclista aficionado en Ávila”; para terminar con un sentido homenaje a un abulense que dejó honda huella a través de la docencia en muchas generaciones de abulenses: Adiós a Tomás Sobrino”.

“Y Ávila vendió su alma al diablo”, según Alfredo Rodríguez, que nos plantea una peculiar posibilidad, que enreda la cuestión hasta límites inauditos. Pero ahí no acaba la cosa, ya que Alfredo continúa con “Ávila, desmitificando la ciudad”, donde se atreve con los estereotipos.

Os recomiendo que no os perdáis ninguno de los relatos reseñados hasta ahora, pero es imperdonable que no leáis: “Llegó la primavera a Ávila”, en el que Paula Velasco en forma de monólogo repasa las peculiaridades del tiempo climático que sobrellevamos los abulenses, ligándolo a la ropa y a las modas… Ya será primavera en el Corte Inglés, pero en Ávila las estaciones son cuatro: verano, invierno, RENFE y autobuses.

El año pasado fue el centenario del nacimiento de nuestra Santa y este año el centenario del fallecimiento de Cervantes. No sé por qué, pero algo de la mezcla de ambos tiene el relato de Pablo Garcinuño “Trastorno del centenario”. Luego Pablo se pone el traje de biólogo, muy limpio él siempre, para hablarnos del “Yematus abula”, una especie de gusano, insecto o vaya usted a saber, que se hospeda endogámicamente en los huecos de nuestra muralla.

Ismael López nos deja un sabroso relato de los sinsabores que nos ha supuesto a muchos el buscar la forma más deseable de salud y consecuentemente tener que pasar por el intrincado laberinto de apuntarse a un gimnasio. Bueno, apuntarse, porque lo de asistir de forma periódica ya es otra cosa. No os perdáis “Gimnasios en Ávila”, os sentiréis retratados.

“Astillas, naúfragas y pichones”, nos plantea César Díez Serrano, aunque así, a bote pronto, no sabremos lo que quiere decirnos, pero no me cabe duda de que cualquier abulense que lo lea se verá identificado, o cuando menos identificará estas “especies” humanas entre sus convecinos. Y no aclaro más. Termina César con “Factor frío”, dices tú de frío, pero no hay exageración alguna, real como la vida misma, que esto es Ávila y, ya lo dije antes, las estaciones son cuatro, pero dos de ellas son de transporte, aunque éstas estén en peligro de extinción. Pero eso es otra historia.

Y no vamos a acabar con nuestro presidente, sino con el vicepresidente, Sergio Sánchez, que muy rotundamente afirma que En Ávila no hay de nada”. ¿Qué abulense no ha pronunciado esto en numerosas ocasiones? Porque si no ha llegado a decirlo es que no ha vivido nunca aquí. A pesar de ello, y de que esto es verdad, no nos cabe duda de que tenemos de todo y aún estamos orgullosos de enseñárselo a los demás, que es lo que de alguna forma estamos haciendo con este libro.

Un libro que sin duda os dejará satisfechos, y si descubrís en él alguna página en blanco no os asustéis, los de Ávila somos así. Aprovechadlas para escribir en ellas vuestra visión personal del abulensismo.

Y si esto no os parece suficiente, aquí tenéis un enlace al monólogo que nuestro genial compañero Carlos Fernández-Alameda ha realizado para promocionar este libro.

1 comentario:

  1. Si puedes mándame la información por mail: juancar.alirra@gmail.com.
    No sé si en alguna de las librerías de Ávila estará disponible.
    Saludos.

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