Nos encontramos a comienzos del siglo XXI. Toda España está ocupada por
los españoles… ¿Toda? ¡No! Una ciudad poblada de irreductibles vetones resiste
todavía y siempre al invasor. Y la vida no es fácil para las provincias
limítrofes de Segovia, Salamanca, Valladolid, Madrid…
Declaración de independencia de la nación abulense:
“Nosotros, los representantes de
las ciudades, villas y pueblos de la provincia de Ávila, —a saber: las ciudades
de Arévalo, Arenas de San Pedro y Ávila, las villas de Piedrahía, La Adrada,
Mombeltrán, etc., así como los pueblos de La Colilla, Rivilla de Barajas,
Poyales del Hoyo y demás—, reunidos en Congreso general, acudimos al juez
supremo del mundo para hacerle testigo de la rectitud de nuestras intenciones.
En el nombre y con el poder pleno del buen pueblo de estas localidades damos a
conocer solemnemente y declaramos que estas localidades unidas son y por
derecho han de ser Estados libres e independientes; que están exentas de todo
deber de súbditos para con la Corona española y que queda completamente rota
toda conexión política entre ellas y el Reino de España, y que, como Estados
libres e independientes, poseen pleno poder para hacer la guerra, concertar la
paz, anudar relaciones comerciales y todos los demás actos y cosas que los
Estados independientes pueden hacer por derecho. Y para robustecimiento de esta
declaración, confiados a la protección de la Providencia divina, empeñamos unos
a otros nuestra vida, nuestra fortuna y nuestro sagrado honor”.
A la espera de la elaboración de una Constitución, que
establezca las estructuras del estado, lo cual requiere la reunión de las
personas ilustres que habitan esta noble y antigua tierra, elevamos los
siguientes propósitos, que son irrenunciables:
1. Para que no pueda haber marcha atrás en nuestra solemne decisión,
levantaremos un muro de cinco metros de altura, que recorrerá los límites
provinciales… Es decir, nacionales desde ahora. Provisionalmente puede
servirnos una valla como la de Melilla, con sus concertinas y todo, y, si no
hubiera suficiente dinero, de momento pintaríamos una línea blanca similar a la
que rodea los campos de fútbol.
2. Abandonamos voluntariamente el euro, que no ha traído más que
pobreza a las gentes del país al que antiguamente pertenecíamos y la nueva
moneda será el “Tereso”, de tal forma que un tereso equivale de salida a un euro, y cien teresos a cien euros. Las monedas se fabricarán en piedra rubia de
La Colilla y los billetes en tela vaquera de Santa María del Berrocal. Llevando
tanto unas como otras, en la cara A, la fisonomía del Ilustrísimo Presidente de
la Diputación, que pasará a ocupar el cargo de Ilustrísimo Presidente de la República Vetona
de Ávila. Y en la cara B, el nuevo escudo nacional, integrado por un
Águila de Gredos, en un campo de granitos —se entenderá por granitos la roca
compuesta de cuarzo, mica y feldespato, y no lo que tienen los adolescentes en
la cara.
3. El gobierno provisional será de concentración nacional, integrado
por representantes de todos los partidos políticos, hasta que se efectúen unas
elecciones constituyentes. Su sede se fijará en El Episcopio, dejando la
sala abovedada del piso inferior como bar de pinchos para sus señorías.
4. Nuestro himno nacional
será el siguiente:
Ávila, Ávila, Ávila.
Ávila de mis amores.
Te llevo en el corazón,
henchido de muchas flores.
Naciste en la lejanía
de los siglos precedentes,
y llegas a nuestros días
sonriendo a porfía.
Dientes, dientes, dientes.
Un águila hay en tu escudo,
surcó las crestas gredenses
y arribó como pudo
a los cielos abulenses.
Tus mujeres son hermosas
y tus hombres son valientes,
los gays visten de rosa
y pasean por San Vicente.
¡Viva, viva, viva!
¡Viva mi patria vetona!
Gritar tu nombre sin ira
me colma y me envalentona.
Vivan tus pinchos y tapas,
viva tu santa patrona
vivan tus altas murallas,
el Moneo y La Casona.
(Publicado originariamente en “El
mundo según los abulenses”, Éride Ediciones, Madrid, 2015)
Estupenda creación, amigo Cristóbal. Así es la Literatura y para eso ha de servirnos, para crear un universo imposible o un paraíso que se nos niega. Tú lo has conseguido. Un abrazo.
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